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El Caballo Blanco #1

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1. EL CABALLO BLANCO DE QUE HABLA EL APOCALIPSIS EN EL CAPÍTULO 19.

En el Apocalipsis de Juan la Palabra se describe así su sentido espiritual o interno:

“Y vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que estaba montado sobre él, se llamaba Fiel y Verdadero; y en justicia juzga y combate. Y sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito, que nadie sabe, sino Él mismo. Y vestía una ropa rociada de sangre, y su nombre es “la Palabra de Dios. ” Y los ejércitos que están en el cielo le seguían montados en caballos blancos, y vestidos de lino fino, blanco y puro. Y en su vestidura y sobre su muslo tiene este nombre escrito: “Rey de Reyes y Señor de Señores” (Apocalipsis 19:11-14, 16).

Nadie puede conocer lo que significan estas cosas, sino por el sentido interno. Es evidente que todas sin excepción son representativas y significativas, como cuando se dice que “el cielo se abrió”; que había allí “un caballo blanco”; que “uno estaba montado en él”; que “juzgando y combatiendo en justicia”; que “sus ojos eran como llama de fuego”; que “en su cabeza tenía muchas diademas”; que “tenía un nombre que nadie conocía sino él”; que “estaba cubierto con un vestido manchado de sangre”; que “los ejércitos que estaban en el cielo lo seguían montados en caballos blancos”; que “estaban vestidos de lino fino, blanco y puro”; que “en su vestido y sobre su muslo tenía escrito un nombre”. Expresamente se dice que es “La Palabra”, y que el Señor que es la Palabra; porque se dice: “su nombre es llamado la Palabra de Dios”; y después “que Él tiene en su vestidura y sobre su muslo escrito: Rey de reyes, y Señor de señores. ” Por la interpretación de cada una de estas palabras aparece evidentemente está aquí descrita en su sentido espiritual o interno. Por “el cielo abierto” se representa y se significa que el sentido interno de la Palabra es visto en el cielo, y de aquí también por aquellos del mundo para quienes se abre el cielo. “El caballo blanco” representa y significa el entendimiento de la Palabra en cuanto a sus interiores; que ese es el significado del “caballo blanco” se demostrará ahora. Que “el que lo montaba” es el Señor en cuanto a la Palabra, así está manifestado en la Palabra misma, porque allí se dice “su nombre es llamado la Palabra de Dios”; y según el bien es llamado “fiel y que juzga en justicia”; y según la verdad es llamado “verdadero y que combate en justicia”; porque el Señor mismo es justicia, “sus ojos son como llama de fuego”, significa la Divina verdad procedente del Divino bien de su Divino amor. “Las muchas diademas sobre su cabeza” significan todos los bienes y todas las verdades de la fe. “Tener un nombre escrito que nadie conoce sino Él mismo” significa que la cualidad de la Palabra en el sentido interno no es vista por nadie sino por Él, y por aquellos a quienes Él la revela. “Vestido con una vestidura manchada de sangre” significa la Palabra en la letra, cuyo sentido fue violentado. “Los ejércitos de los cielos, que lo seguían montados en caballos blancos” significa los que entienden la Palabra en su sentido interior. “Vestidos de lino fino, blanco y puro” significa aquellos que tienen la verdad según el bien. Que sobre su vestido y sobre su muslo tiene un nombre escrito” significa la verdad y el bien, y su cualidad. Por estas cosas y por las que preceden, es evidente lo que está predicho, que en el último tiempo de la iglesia sería abierto el sentido espiritual o interno de la Palabra; y lo que debería acontecer allí también está escrito en los versículos 17 y 21.

“Y vi a un ángel puesto de pie en el sol el cual clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: venid, juntaos a la cena del gran Dios, para que comáis carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de valientes, y carne de caballos y de los que se sientas sobre ellos, y carne de los de toda clase, así libres como esclavos, así pequeños como grandes. Y vi la bestia, y a los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra aquel que estaba sentado sobre el caballo blanco y contra su ejército. Y fue tomada la bestia, y con ella el falso profeta que había hecho prodigios en su presencia, con los cuales él había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y los que adoraban su imagen. Estos dos fueron echados vivos en el lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada de Aquel que estaba sentado sobre el caballo blanco, espada que salía de su boca; y todas las aves se hartaron de las carnes de ellos” (17-21).

Que tales cosas sean significadas por esas palabras no hay necesidad de mostrarse aquí, pues cada una de esas cosas fue mostrada en los Arcanos Celestiales, por ejemplo: que el Señor es la Palabra, porque Él es la Divina verdad, (ns. Arcanos Celestiales 2533, 2803, 2894, 5272, 7678). Que la Palabra es la Divina verdad (ns. 4692, 5075, 9987). Que porque el Señor es justicia, por lo tanto se dice que “El que cabalga en el caballo juzgando y combatiendo en justicia” y que el Señor es llamado “justicia” por esta razón, porque por su propio poder Él ha salvado al género humano (ns. 1813, 2025-2027, 9715, 9809, 10019, 10152). Y que la “justicia” es el mérito que pertenece al Señor solamente (ns. 9715, 9979). Que “sus ojos son como llama de fuego”, significa la Divina verdad que viene del Divino bien del Divino amor, es porque “los ojos” significan el entendimiento y la verdad de la fe (ns. 2701, 4403-4421, 4523-4534, 6923, 9051, 10569); y una “llama de fuego” significa el bien del amor (ns. 934, 4906, 5215, 6314, 6832). Que “las diademas que estaban sobre Su cabeza” significan todos los bienes y todas las verdades de la fe (ns. 114, 3858, 6335, 6640, 9863, 9865, 9868, 9873, 9905). Que “Él tenía un nombre escrito, que ninguno conocía sino Él mismo” significa que la cualidad de la Palabra en el sentido interno no es vista por ninguno, sino por Él mismo, y por aquellos a quienes Él lo revela, es, porque “un nombre” significa la cualidad de una cosa (ns. 144, 145, 1754, 1896, 2009, 2724[1-3], 3006, 3237, 3421, 6674, 9310). Que “trajeado con una vestidura salpicada de sangre” significa la Palabra en la letra, a la que se ha hecho violencia, es porque “una vestidura” significa la verdad que reviste al bien (ns. 1073, 2576, 5248, 5319, 5954, 9212, 9216, 9952, 10536) especialmente la verdad en lo último, esto es, la Palabra en la letra (ns. 5248, 6918, 9158, 9212); y porque “sangre” significa violencia a la verdad, hecha por la falsedad (ns. 374, 1005, 4735, 5476, 9127). Que “los ejércitos de los cielos seguían sobre caballos blancos”, significa los que están en el entendimiento de la Palabra en cuanto a sus interiores, es porque “Ejércitos” significan los que están en las verdades y los bienes del cielo y de la iglesia (ns. 3448, 7236, 7988, 8019). Y “un caballo” significa el entendimiento (ns. 3217, 5321, 6125, 6400, 6534, 7024, 8146, 8381). Y “blanco” significa la verdad que está en la luz del cielo; por consiguiente la verdad interior (ns. 3301, 3993, 4007, 5319). Que “vestido con lino fino, blanco y limpio” significan aquellos que están en la verdad según el bien, es porque “lino fino” o “lino” simplemente significa la verdad de origen celestial, que es la verdad según el bien (ns. 5319, 9469). Que “un nombre escrito sobre la vestidura y sobre el muslo” significa la verdad y el bien, y su cualidad, es porque una vestidura” significa la verdad, y “un nombre” cualidad, como se ha observado arriba, y “el muslo” significa el bien del amor (ns. 3021, 4277, 4280, 9961, 10488). “Rey de reyes y Señor de señores” es el Señor en cuanto a la Divina verdad y en cuanto al Divino bien; el Señor es llamado “Rey” según la Divina verdad (ns. 3009, 5068, 6148). Y es llamado “Señor” según el Divino bien (ns. 4973, 9167, 9194). De aquí aparece cuál es la cualidad de la Palabra en el sentido espiritual o interno, y que no hay en ella ninguna expresión que no signifique algo espiritual, esto es, algo perteneciente del cielo y de la iglesia.

  
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Traducido por el Dr. Calleja al español de la traducción al inglés por el Rev. John Whitehead. Transcrito y revisado por Daniel Calvo Naranjo y pelo Rev. Johnny Villanueva.

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Arcanos Celestiales #934

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934. Que 'frío' significa no amor o no caridad y fe, y que 'calor' o 'fuego' significa amor o caridad y fe, puede verse por estos pasajes en la Palabra, en Juan [Apocalipsis], hablado a la Iglesia de Laodicea:

"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente; más bien deberías ser frío o caliente; pero como eres tibio, y ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca" (Apocalypsis 3:15-16), donde frío' está en lugar de ninguna caridad, y caliente' en lugar de mucha.

En Isaías:

"Así ha dicho Jehovah: Descansaré y esperaré en mi lugar, como calor apacible sobre la luz, como nube de rocío en el calor de la mies" (Isaías 18:4), donde se trata de la iglesia recién plantada; el 'calor sobre la luz y el calor de la mies' están en lugar del amor y la caridad.

Lo mismo:

"El fuego de Jehovah en Sión, y el horno en Jerusalén" (Isaías 31:9);

El "fuego" está en lugar del amor. En los querubines vistos por Ezequiel:

"Una semejanza de bestias; la apariencia de ellas es como carbones encendidos de fuego, como la apariencia de lámparas; él corre entre las bestias; y un esplendor de fuego, y del fuego saliendo un resplandor" (Ezequiel 1:13).

[2] Y, en el mismo, acerca del Señor:

"Sobre la expansión, que [estaba] sobre la cabeza de los querubines, como una apariencia de una piedra de zafiro, una semejanza de un trono, y sobre la semejanza de un trono, una semejanza como la apariencia de un hombre sobre él, arriba. Y vi como una apariencia de carbón encendido, como una especie de fuego, dentro de él [y] alrededor, desde la apariencia de sus lomos y por encima; y desde la apariencia de sus lomos y por detrás, vi como una apariencia de fuego, cuyo resplandor [estaba] alrededor" (Ezequiel 1:26-27; 8:2);

Allí, el "fuego" está en lugar del amor.

En Daniel:

"El Anciano de días estaba sentado; su trono, llama de fuego, sus ruedas, fuego abrasador; un río de fuego emanaba y salía de delante de él; mil millares de millares le servían, y miríadas de miríadas estaban delante de él" (Daniel 7:9-10);

El "fuego" está en lugar del amor del Señor.

En Zacarías:

"Yo seré para él, dicho por Jehovah, un muro de fuego alrededor" (Zacarías 2:5), donde se trata de la Nueva Jerusalén.

En David:

"Jehovah hace de sus ángeles vientos; de sus ministros, fuego abrasador" (Salmos 104:4);

El "fuego ardiente" está en lugar del espiritual celestial.

[3] Como 'fuego' significaba amor, el fuego también se convirtió en un representante del Señor, lo que se ve por el fuego, en el altar de los holocaustos, que nunca se apagaba (Levítico 16:9, 12-13), representando la Misericordia del Señor. Por esta razón, antes de que Aarón entrara en el propiciatorio, debía ofrecer incienso con fuego tomado del altar del holocausto (Levítico 6:12-14). Por esta razón también, para significar que el culto era aceptado por el Señor, se enviaba fuego desde el cielo y consumía los holocaustos, como en Levítico 9:24 y otros pasajes. Por "fuego" en la Palabra se entiende también el amor del proprium y sus codicias, con las que el amor celestial no puede en modo alguno estar de acuerdo; de ahí también que los dos hijos de Aarón fueran consumidos por el fuego, por haber ofrecido fuego extraño (Levítico 10:1-2). El "fuego extraño" es todo amor de sí mismo y del mundo y todas las codicias de estos amores. Además, también, el amor celestial no puede aparecer a los impíos sino como fuego ardiente y consumidor, y por eso en la Palabra el fuego consumidor se atribuye al Señor, como el fuego del monte Sinaí, que representaba el amor o la Misericordia del Señor, percibido ante el pueblo como fuego consumidor. Por eso dijeron a Moisés que no les hiciera oír la voz de Jehovah Dios y ver el gran fuego, para que no murieran (Deuteronomio 18:16). El amor o la misericordia del Señor aparece así a los que están en el fuego de los amores de sí y del mundo.

  
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